El coronavirus empuja a Facebook al límite

Las llamadas «fake news» o noticias falsas son una de las principales lacras de las plataformas de medios sociales desde hace cuatro años, pero en plena pandemia han empezado a alterar la estabilidad de las empresas tecnológicas. Su respuesta, ahora, debe ser implacable aunque coincide con una situación problemática: sus equipos de revisores humanos están confinados en sus casas para evitar contagios. Y, con ello, la propagación del virus del miedo. Facebook ha reconocido que el uso de su red social en las regiones más afectadas por el coronavirus se ha disparado en valores superiores a Nochevieja, tradicionalmente un momento de gran trasiego del tráfico de internet.

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, durante una intervención

Un gran ejemplo de esta situacion es esta pequeña anecdota ;A Juanjo, español residente en Alemania, le llega un mensaje sorprendente por WhatsApp. Habla de que el coronavirus detrás del Covid-19 se ha gestado en un laboratorio y está diseñado por Estados Unidos para un control poblacional. Acto seguido,  lo reenvía a sus grupos de amigos y lo comparte en su perfil en Facebook todo esto se vuelve un caos por los pensamientos que ahora tiene la gente.

La compañía estadounidense, que ha mandado a gran parte de su plantilla a sus domicilios a teletrabajar, ha empezado a llegar al límite, con menos medios disponibles. Para contrarrestar a las «fake news», ha creado una página informativa para recoger opiniones de expertos y recopilar consejos sanitarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La idea es crear nuevos puentes de comunicación para reducir la desinformación. Un centro de información sobre el coronavirus que ha empezado a funcionar este jueves en mercados como España, Francia o Alemania.

En estos tiempos de crisis, los expertos creen que Facebook, como uno de los principales canales de comunicación del mundo, debe asumir una responsabilidad como servicio casi público. Una oportunidad, sin embargo, para restañar su ya consumida imagen pública. Uno de los problemas es que el contenido particularmente sensible, como el relacionado con intentos de suicidio, terrorismo o pedofilia, difícilmente se puede filtrar ahora desde la sala de estar de los revisores. Estos equipos dedicados suelen estar apoyados emocionalmente por visualizar diariamente contenidos sensible, pero en estos momentos no es posible mantener estos planes. «Estamos reorganizando la moderación del contenido más sensible: empleados de tiempo completo se encargarán de esta tarea por ahora», adelantó Zuckerberg.

Otro de los principales desafíos en estos momentos es seguir abordando la solución para reducir la información falsas y potencialmente peligrosa sobre el coronavirus, mientras que al mismo tiempo trata de averiguar el límite al que pueden llegar sus moderadores de contenido de forma remota en casa. «En este momento, no hay un brote masivo en la mayoría de los países del mundo», añadió. «Pero si llega -dijo- realmente entonces necesitaremos asegurar que a infraestructura esté preparada para que no se desmoronan».

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